¿Qué es?

Benposta es una asociación civil sin fines de lucro, con Personalidad jurídica, cuyo objetivo es la asistencia docente, espiritual, social, deportiva y artística de los niños (as) y adolescentes.
Su finalidad es la promoción y defensa de los derechos del niño y del adolescente, coincide con lo proclamado por la “Convención sobre los Derechos del Niño”,adoptada por la O.N.U., el 20 de noviembre de 1989, para devolver al niño y adolescente el espacio que le corresponde en el Mundo; y con la reciente promulgación en abril de 2000 de la Ley Orgánica de Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA), donde existe un cambio de la visión del niño, niña y adolescente con la finalidad de que pueda desarrollar de forma integral su capacidad de ser y de actuar en la sociedad.
Es una Nación de Muchachos comprometidos con la transformación del Mundo, fundada en 1956, en España, por el sacerdote Jesús César Silva Méndez y, hoy extendida a ocho países.
Benposta es una Nación de Muchachos sin distinciones de raza, sexo, credo, condición social o familiar, nacionalidad o cualquier otro elemento que les diferencien o discrimine. En sus comunidades hay niños y jóvenes procedentes de distintos ambientes sociales.
Benposta es una comunidad integral y estable, en la que todos sus miembros forman una familia y donde pueden permanecer de por vida.
La pedagogía de Benposta se desarrolla de forma integral a través de toda la actividad que realiza el niño y adolescente, en su vida diaria, apoyada en tres pilares fundamentales: Intelectual, laboral y social.

El desarrollo intelectual se logra, principalmente, por medio de la educación sistemática, y los programas establecidos por el M.E., a la que se adapta la metodología pedagógica de Benposta para lograr el objetivo fundamental de integrar lo escolar con el resto de la vida de los niños y adolescentes.
El desarrollo laboral se adquiere a través de los diversos talleres profesionales con que cuentan las comunidades de Benposta, en función de las características de la zona y en los que todos los niños y adolescentes deben dedicar, al menos, dos horas a “pensar con las manos”. Se completa este desarrollo con la práctica de diversos deportes y , en especial, con el arte acrobático, circense y de actividades folklóricas que todos deben practicar en la Escuela “Circo de Muchachos”.
El desarrollo social se adquiere a través de la participación activa en el funcionamiento y mantenimiento de la infraestructura, donde están las viviendas, talleres, jardines, entre otros. Todos ellos son cuidados y mantenidos por los propios niños y adolescentes con la colaboración de los adultos. Reciben atención social – familiar a través de los estudios de casos, seguimiento de los mismos, abordaje familiar, entre otros, a fin de fomentar la participación del grupo familiar en el desarrollo integral del niño y del adolescente.
La culminación del desarrollo social es su dimensión política que los niños y adolescentes adquieren por medio de su participación activa y directa en la organización de su ciudad a través de los Distritos, células convivenciales de diálogo, de elaboración de ideas e iniciativas, formado por seis u ocho miembros con características homogéneas, donde coordinados por el Diputado, elegido por el propio grupo, los niños y adolescentes se eligen en protagonistas de su propio crecimiento como personas.
La Cámara de Diputados, donde se realiza el intercambio sobre el proceso vivido por los Distritos. La Asamblea, órgano máximo de participación y formación ciudadana, donde todos tienen derecho a voz y voto. El Alcalde, con su Junta de Gobierno, es el responsable máximo del funcionamiento de la ciudad.
Son los propios miembros de la comunidad quienes marcan el proceso vital y donde los adultos tienen un rol de acompañamiento y sostenimiento.
En Venezuela se estableció la comunidad en Febrero de 1.990. Se ha superado la etapa fundacional, en la que principalmente se trabajó en la adaptación del proyecto educativo a las circunstancias y necesidades del niño y del adolescente venezolano, así como las exigencias sociales y jurídicas del país.
La gestión de Benposta Nación de muchachos está encomendada a la Gran Aventura, sociedad de vida apostólica, cuyos miembros son adultos procedentes, en su mayor parte, de las distintas comunidades de Benposta, que han asumido, su compromiso de vida cristiana con la transformación del mundo.
Para conocer mejor la tarea que realiza Benposta en beneficio de la niñez y la juventud, se puede visitar, en cualquier día y momento. Para una mejor atención, rogamos ponerse en con nosotros con anticipación.